Los zoológicos de Tenerife

14/5/1998

Con el avanzar de los tiempos y el progreso de las ideas de protección hacia los animales, hemos observado como ha ido disminuyendo el interés por los espectáculos en los que éstos son los participantes. Los zoológicos ya no se citan nunca como ejemplos donde los niños puedan conocer animales, y cada vez más gente se opone a la existencia de esos escaparates donde todo tipo de seres son privados de su libertad y condiciones climáticas. Mucho más grave es el caso de los espectáculos, en los que se obliga a los animales a realizar ejercicios a veces en contra de su naturaleza y ante la mirada de cientos de espectadores.

Actualmente, los propietarios de este tipo de instalaciones suelen ser personas que desarrollan algún tipo de actividad paralela, como mantener una fundación que proteja a algún animal de los que expone, o incluso justificar directamente la presencia de ese animal en sus celdas como uno de los últimos ejemplares sobre el planeta. Es una forma de lavarse la cara y poder seguir manteniendo un recinto comparable a los campos de concentración nazis para obtener de ellos todos los beneficios posibles.

En Tenerife, como en otros lugares donde la población tiene la desgracia de depender cada vez más del turismo, abundan las instalaciones de este estilo. Algunas son de menor envergadura y pasan algo desapercibidas, y oras, como el erróneamente denominado "Parque Ecológico las Aguilas del Teide" o el "Loro Parque", son auténticos circos.

El primero de ellos, situado en el sur de la isla, aprovechó la moda "ecologista" de los medios de comunicación para ponerse el nombre. Parece curioso que se llame ecológico a un recinto que derrocha agua dulce en un lugar como el sur de Tenerife (árido y seco). También parece contradecirse cuando en su interior tienen animales en relativo peligro de extinción metidos en jaulas y grandes rapaces libres, ninguno de ellos autóctono.

Animal 'aclimatado' en Tenerife

El Loro Parque tiene más fama y reputación por su mayor longevidad, pero es también un zoológico. Además, por las limitaciones de espacio que son evidentes en una isla, es un zoológico "estrecho", donde los animales viven en jaulas o recintos cerrados y pequeños. El dueño del parque, un alemán llamado Kiessling, dice que decidió empezar con los loros porque son animales que comen poco y viven mucho. Desde que existe el Loro Parque, el valle de la Orotava se ha llenado de loros, probablemente escapados del lugar.

Después de una larga temporada exponiendo sólo loros, algunos de ellos en serio peligro de extinción ( hecho que aprovechaba Kiessling para justificar su presencia ), hace un tiempo decidió ampliar las instalaciones, y desde ese momento no ha parado su expansión. Hoy tiene tigres, delfines, gorilas, tortugas, cocodrilos, focas, murciélagos, tiburones...y loros. La mayoría de estos animales, como he dicho, en unas jaulas ridículas.

Conocedor de los gustos de los habitantes de su país, el recinto es mantenido con extrema limpieza, céspedes, grandes espacios verdes y diferentes ambientaciones de varios lugares del mundo. Pero no sólo lo visitan los alemanes y demás extranjeros; los fines de semana, se llenan de visitantes isleños, que buscan algo nuevo y se meten en un recinto donde no hay nada de Tenerife, ni las plantas. Esto es especialmente indignante cuando se realiza excursiones, a veces desde otras islas, sólo para ver el Loro Parque. Hay personas capaces de venir a Tenerife para ver animales encerrados en un zoológico montado en plan parque de atracciones.

Para rematar la variada oferta, el señor Kiessling va a ofrecernos en breve un nuevo espectáculo con nuevos animales: los pingüinos. En el periódico nos han bombardeado ya con la gran calidad de las instalaciones, la perfecta aclimatación de los animales, el precio del traslado de 117 huevos desde las Malvinas, etc. Por mucho que pretendan aclimatar a un pingüino del otro lado del globo en el Puerto de la Cruz, el animal nunca estará en iguales condiciones que en su lugar de origen. Es muy fácil afirmar que se va a reproducir las condiciones de las Malvinas. ¿Por qué no hace una prueba el señor Kiessling e intenta pasar una semana en una jaula aclimatada como Niedersachsen, en Alemania? ¿Por qué no se coloca tras un cristal y deja que miles de personas lo visiten diariamente y se rían de sus costumbres, como pasa por ejemplo con los pobres murciélagos, encerrados en una cueva acristalada donde todo el mundo hace fotos, aunque supuestamente lo prohiban? ¿Por qué no montan un espectáculo como el de los loros, focas y delfines, o como el que tienen pensado montar con los pingüinos?

No, en lugar de todo esto, veremos un espectáculo más donde los pingüinos saltarán al unísono, siguiendo las órdenes de un instructor (antes se decía domador) y haciendo el ridículo ante los visitantes, que para eso los llaman también "pájaros bobos". Según palabras de Kiessling, "la atracción supondrá un nuevo enfoque y una publicidad internacional para la isla de Tenerife". No hace falta que nos recuerde el tipo de publicidad de la isla que quieren dar los empresarios del turismo y el Cabildo...

Firmado:Xarejo

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