Ni un duro para los holandesesAgosto de 1998 Ni un duro. Eso es lo que recibirá, de las subvenciones comunitarias, la multinacional pesquera holandesa Parlevliet para construir un macrofrigorífico en el muelle Grande de Las Palmas. El consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación, Gabriel Mato, acaba de anunciar que no darán los 1.750 millones solicitados por la empresa SEMPSA (los socios canarios de los holandeses) para edificar una instalación de frío en Las Palmas, que hubiera supuesto dilapidar el 66 por ciento del IFOP (Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca), fondo de la Unión Europea destinado a reconvertir la flota pesquera artesanal y a mejorar las instalaciones de la industria pesquera canaria. El también llamado Consorcio Europeo de Pesca Pelágica había exigido, cuando tomó como puerto base el de La Luz y Las Palmas, que se construyera allí un carísimo frigorífico de 200.000 metros cúbicos para su uso y disfrute, con el fin de procesar sus capturas. Pero la Federación Provincial de Empresarios del Frío, FEPRICA denunció que ya existen en Las Palmas unos 100.000 metros cúbicos de capacidad frigorífica libres, porque actualmente trabajan al 50 por ciento de su capacidad. La empresa SEMPSA (Servicios y Medios Portuarios, SA), y la Autoridad Portuaria de Las Palmas, "padrinos" canarios de Parlevliet, solicitaron a toda prisa 4.000 millones del IFOP (entre 1998 y 1999) a la Viceconsejería de Pesca, encargada de hacer el reparto de estos fondos europeos. La solicitud era una chapuza plagada de irregularidades: SEMPSA tiene pérdidas acumuladas, el presupuesto estaba inflado en 900 millones, el solar donde pretendían construir estaba ocupado por otras entidades, y para colmo, la subvención no la pedía SEMPSA por sí misma, sino un invento llamado "Spanish Pelagic, SA", empresa cuyo único propietario era... SEMPSA. De todo este lío no podía salir nada bueno (menos mal que la Consejería de Agricultura se dio cuenta a tiempo), y lo más sospechoso era el ansia desmesurada de la Autoridad Portuaria de Las Palmas por dar cobijo a una flota que ha esquilmado otros caladeros del planeta. ¿Para qué más neveras en La Luz y Las Palmas, si hay de sobra? ¿Por qué tanta prisa en construir una obra faraónica e inútil, y sobre todo, financiándola con dinero de todos los pescadores?
La llegada de este consorcio pesquero a Canarias, hace ya unos meses, causó reacciones encontradas. La Autoridad Portuaria de Las Palmas celebró como un éxito histórico el acuerdo con los holandeses, que tomaban como puerto base el de La Luz y Las Palmas para pescar pelágicos en Mauritania. Incluso el viceconsejero de Pesca del Gobierno de Canarias asistió en aquel país a la botadura del 'Carolien', uno de los enormes arrastreros de Parlevliet que ya faenan en aguas mauritanas. Son en total 21 superarrastreros que se dedican a esquilmar los fondos del banco canario-sahariano en busca de pelágicos baratos que venden luego al Tercer Mundo. Todos se pusieron en contra: no sólo los ecologistas (Greenpeace, Adena, Adenih y ATAN, entre otros), sino también el sector artesanal: la Asociación Atunera de Tenerife, las cofradías de pescadores y la Federación de Cofradías de Las Palmas. Los 21 buques factoría empezaron a arrasar (y siguen haciéndolo) los caladeros mauritanos con métodos de pesca no selectivos, después de que en Gloucester (Estados Unidos) les dieran con las puestas en las narices, pues no querían arrastreros en sus aguas. El Consorcio de Pesca Pelágica, que confiaba en construir gratis un frigorífico en Las Palmas, se ha quedado compuesto y sin novia, y desde ATAN queremos felicitar a la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, y especialmente a la Vicecosejería de Pesca, por haber actuado sensatamente y a favor de la mayoría. |
La flota holandesa puede estar burlando las tarifas de puertosA la autoridad portuaria de las palmas no le preocupa el destino que parlevliet da a las capturasDiciembre de 1998 La organización ecologista Greenpeace sospecha que algunos buques congeladores de la flota de Parlevliet que pescan en Mauritania con base en Las Palmas destinan al consumo humano partidas de sardina congelada que a su llegada a puerto se declaran como carnada. La finalidad de esta operación sería ahorrar costes de modo fraudulento, al pagar tasas inferiores a las establecidas en la tarifa portuaria T-3. La llegada a Canarias de la flota del Consorcio Europeo de Pesca Pelágica ha supuesto a lo largo de 1998 un aumento brutal de las capturas descargadas en los puertos de esa provincia, lo que la Autoridad Portuaria se empeña en presentar como un éxito, cuando en realidad supone una huida hacia adelante, una sobreexplotación insostenible del pelágico existente en el banco canario-sahariano. Esta flota es famosa por esquilmar recursos, y su irresponsable sistema de explotación consiste en pescar intensamente en un caladero hasta dejarlo agotado, y luego ir a otro. El negocio de Parlevliet, según ha explicado la Autoridad Portuaria de Las Palmas desde la llegada de los holandeses a principios de 1998, consiste en pescar grandes volúmenes de pelágico barato (como sardinela y caballa) para su consumo en países del Tercer Mundo, bajo el lema comercial "We feed the world" ("Alimentamos al mundo"). El desembarco de las capturas congeladas declarándolas como cebo les aporta beneficios económicos, porque pagan menos, además de un seguimiento veterinario menos estricto y menores exigencias sobre el respeto a la cadena de frío. El propio lema comercial contradice los desembarcos de supuesta carnada. Además, es evidente que ninguno de los países receptores, como Ghana o Nigeria, tienen flota palangrera suficiente capaz de utilizar como carnada los miles de toneladas que están comprando. El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Hernández, ha asegurado que, en efecto, los arrastreros holandeses están pagando la tasa portuaria correspondiente a carnada, y que no entra dentro de sus responsabilidades el destino que los armadores dan a estas capturas. Los portavoces de esta institución están seguros de que estas acusaciones de los ecologistas son infundadas y forman parte de una campaña de intoxicación en contra del Consorcio de arrastreros pelágicos. Pero es que sólo en Canarias nos hemos fiado de esta flota de 21 grandes arrastreros esquilmadores, que ha sido expulsada de otros mares por entrar a saco en las pesquerías y dejarlas exhaustas. Los holandeses arrasan con unos recursos de países tercermundistas usando técnicas muy desarrolladas, que les permiten pescar de una forma muy precisa. Por su parte, los países pobres, como reciben muchos millones en virtud de los tratados que han firmado con la Unión Europea, no pueden impedir la presencia de esas flotas en los caladeros propios. Con esta situación se impide que los países del Tercer Mundo desarrollen su propia flota, para poder venderles su propio pescado desde Europa aprovechándose de todo tipo de beneficios fiscales.
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